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28 de marzo de 2011

El fin NO justifica los medios.

Tantos años de amistad en la infancia, tantos momentos lindos, tantos juegos y juguetes, tantas historias, tanto TANTO, para que en un abrir y cerrar de ojos caiga todo en picada. No se como fue que dejamos de ser amigas, yo creo que simplemente crecimos y nuestras personalidades se volvieron totalmente polos opuestos y el tiempo, ayudado de otras circunstancias, logró covertirnos casi en desconocidas. Nos volvimos grandes y los juegos y todo lo que nos acompañó en la infancia quedó atrás; tuvimos la oportunidad de vivir nuestros primeros amores de secundaria juntas, algunas salidas, algunas charlas... pero después vino el tiempo, las nuevas amistades, los nuevos gustos, los pensamientos cambiados, las hormonas adolescentes, el torbellino... vino todo y se llevó todo. Solo nos dejo los recuerdos del pasado y un par de cosas en común... nuestro grupo de amigas, por ejemplo. Yo creo que fue eso lo que salvó nuestra relación, yo creo que fueron ellas las que hicieron que no nos olvidemos del todo. Igual, te confieso algo: jamás dejé de pensar en vos y mucho menos deje de quererte. Siempre fuiste igual de importante para mí. Incluso, después de esa especie de pelea que nos alejo aún mas.
Después, vos te hiciste amiga de Emilia y yo terminé quedando totalmente en otro plano. Estaba celosa, lo reconocí mil veces, pero nunca te lo dije a vos. Sentía como ambas me habían desplazado y reemplazado. Las veía ser felices y la sangre me hervía porque yo en sus vidas ya no era nada. Vivía mal, verlas juntas me generaba un trauma. No superaba que mi nueva amiga y mi mejor amiga de la infancia se habían convertido, de la noche a la mañana, en mejores amigas. No lo toleraba. Sé que es un pensamiento totalmente insano el mío, pero es así como lo viví yo todo ese tiempo. A la larga lo entendí, pero mientras tanto, para mi era un calvario.

Ahora, después de tanto tiempo, pasó lo que en su momento me hubiese dado la paz que necesitaba: se distanciaron. Pero, ¿sabes que? no puedo decir que me siento feliz, porque en esta ocasión el fin no justifica los medios. No es sano el motivo por el cual se separaron, es serio, es heavy, como digo yo. La salud mental de ella, tuya, o la de muchas de nosotras está en medio de esta jugada (si lectores, leyeron bien, la salud mental. Sin exagerar) y lo que está pasando no me gusta en absoluto. Prefiero verlas juntas, felices, riendo, saliendo, siendo amigas, olvidándome, apartándome, pero sanas. FELICES. 

1 comentario:

  1. Yo creo que no hay que ser tan drásticos, yo mil veces me sentí distanciada o dezplazada de mi mejor amiga, pero hoy se que no fue así, y que por suerte seguimos siendo en el fondo las mismas, y por más gustos diferentes, o diferentes amistades, etc, el amor es el mismo, y la amistad incondicional también. Todos cambiamos a medida q crecemos y hay que saber aceptar los cambios que las demás personas tienen.
    Un beso

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